En bucle
Con los días aumenta mi sospecha de que algo va mal, ―son los nervios ―me digo. Mientras hacemos los últimos preparativos en el laboratorio, no hago más que darle vueltas. Si hoy tenemos éxito, nos dan el nobel, abriremos la puerta para un sueño ancestral de la humanidad. Como en su día fue ir a la Luna. Viajar al pasado.
Hoy llego tarde, ―es increíble dormirme en un día como este―, con las carreras me he abrasado con el café y he tenido que volar con el coche.
Al entrar al laboratorio, entro de prisa y doy los buenos días, disculpándome antes de que Abel proteste. Tengo la certeza de estar a las puertas de lograr algo grande, grande de verdad.
Abel siente que con los días aumenta su sospecha de que algo va mal… Marcos hoy llegó tarde, se ha vuelto a dormir
Han transcurrido años y completado todas las fases, primero negaron la situación y pasaron a culparse el uno al otro, luego se deslizarón por una rutina que les hizo creer tenerlo todo bajo control, hasta caer en un pozo de desánimo del que solo el tiempo y el apoyo mutuo consiguió sacarlos.
En el laboratorio, ya no hay nervios ni tensión alguna, la depresión es un mal recuerdo y Abel prepara café, sin prisa, sabe que Marcos llegará tarde, como todos los días.
Incluso lo que se repite una y otra vez, puede verse de maneras distintas. Pero a veces es más cómodo permanecer en bucle...
ResponderEliminarInteresante relato, Ángel
Un abrazo
Gracias por comentar Alis.
EliminarMuchas veces parece que el tiempo no corre y nos puede la rutina.
Volver atrás, no sé si es buena idea porque no mejoras sólo repites.
ResponderEliminarUn texto muy interesante, digno de un coloquio.
Un saludo
Gracias por comentar.
EliminarTienes razón y además sí algo cambia no tiene porqué ser bueno el cambio.
La rutina acaba con todo.
ResponderEliminarA mí hace tiempo que me devoró.
Vivir en la incertidumbre constante creo que no es bueno, pero lo contrario tampoco y el término medio no es fácil de conseguir. Un saludo
EliminarQuizás algún día sea distinto.
ResponderEliminarSAludos.
Seguro no hay mal que cien años dure. Manuela gracias por comentar.
EliminarLa rutina es mala, pero también lo son algunas personas y toda la negatividad que nos generan.
ResponderEliminarLa rutina hace una labor callada que muchas veces termina con todas las ilusiones.
ResponderEliminarPerdona que te conteste tan tarde, se me paso en el tiempo que estuve fuera.
Gracias por comentar.
Muy interesante relato. Los dos protagonistas atrapados en el bucle temporal, son nuestro reflejo? atrapados en la rutina, agravada todavía más por el "bicho"?. Saludos Ángel, y excelente relato como siempre.
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