Fotografía de Iza Gawrych en Unsplash |
En ocasiones me embarga una extraña sensación de euforia y estoy convencido de que es real aquello de ser uno con la naturaleza, de formar parte de un todo superior, divino.
El aire acaricia, la luz delicada parece perfumada. Es en esos momentos, en que la tarde declina, cuando me siento crecer y con la energía suficiente para, de mi mano, gobernar el paso del tiempo y reinar entre la noche y el día.
Luego llego a casa y compruebo que las llaves quedaron puestas. Estoy de vuelta en mi reino frustrado en el que ni siquiera recuerdo apagar la luz.
Que triste es no recordar. Saludos
ResponderEliminarTras las hermosas palabras, la cruda realidad de cotidianidad olvidadiza.
ResponderEliminarAbrazo.
Un reino pequeño, pero con llaves, que lo hace propio.
ResponderEliminarUn abrazo
Una buena reflexión en tu cuentito, Ángel.
ResponderEliminarSe te echaba de menos.
Besicos muchos.
La vida hay que tomarla tal cual nos viene, de forma paralela hay que encontrar la paz con nosotros mismos porque en eso consiste la codiciada felicidad.
ResponderEliminarSAludos.
Qué buen relato. Me ha encantado como has convertido en una historia que parece fantasía, un hecho que de veras ha pasado y que puede parecer cotidiano (a mi me pasa en más de una ocasión y dos). Enhorabuena amigo mio. Me encanta :D
ResponderEliminar¡Hola, Ángel! Al leer tu estupendo micro no he podido evitar la comparación con quienes escribimos. Ese plenitud mientras andamos emborronando el papel y ese vacío y reencuentro con el mundanal ruido cuando lo dejamos para empezar las ocupaciones diarias. Un abrazo!
ResponderEliminar¡Hola Ángel! ¡Qué bueno encontrar un escrito tuyo! ¡Y tan bueno! Me ha encantado, me he identificado. A veces somos como un globo que vuela alto y luego algo lo pincha en su vuelo y baja hasta el fondo todo desinflado, pero tenemos algo de mucho valor y es la resiliencia. Ahí vamos otra vez...
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ResponderEliminarMuchas gracias Ángel por tu comentario y felicitación. Se te echa en falta.
ResponderEliminarQué tengas un feliz 2024 y que sean pronto tus letras las que de nuevo leamos.
Besicos muchos.
Feliz 2024, Ángel.
ResponderEliminarQue se un buen año para todos.
Se te extraña, amigo, espero que estés bien.
ResponderEliminarUn abrazo.