miércoles, 2 de mayo de 2012

DESDE LA LLUVIA

Llovía torrencialmente. Su paseo entre las casetas de la Feria del libro, que ya era casi un ritual, la alejó de la plaza en busca de un refugio.
Y, quizá por curiosidad, quizá por inercia, sus pies la llevaron hasta la pequeña librería de viejo que se escondía entre la estrechez de la calle y el bullicio de los bares que sacaban sus clientes al exterior. 
Como tantas otras veces, entró en ella y se puso a curiosear entre los libros, sin un afán de búsqueda definido, solo por curiosear, aun consciente de que esos eran los momentos más peligrosos para su bolsillo, porque era precisamente en esas ocasiones en las que no buscaba nada concreto cuando siempre acababa con algún libro entre las manos. 
Su deambular por aquella estancia cargada de libros de todas las épocas, de lomos usados, de cubiertas con olor a piel y a papel viejo..., la llevó a la sección de infantil y juvenil. 
La portada oscura y brillante de  un libro atrajo su mirada. Y sus manos. Lo cogió mientras sus labios esbozaban una sonrisa y, al abrirlo, se agolparon en ella los recuerdos. Aún los conservaba con mimo entre sus pertenencias, esperando la lectura atenta de una nueva generación. Historias que la transportaron en su día a mundos y paises lejanos. 
Se sentó en la una pequeña y coqueta camilla que la librería ofrecía a sus clientes para hojearlo como más calma. Y se dejó llevar por su memoria. 

Una niña de ojos azules y pelo castaño ocupó la estancia. Era la mañana de Reyes. Su padrino y su esposa se habían acercado hasta su casa para entregarle un regalo. Mientras observaba disimuladamente el paquete rectangular que traían entre sus manos, intentando aparentar una relativa indiferencia, imaginaba que títulos podrían esconderse bajo aquel envoltorio. Un año más eran libros, estaba segura. Y lo agradecía profundamente pues era una lectora empedernida. Recordó entre sonrisas las dos entregas anteriores que había disfrutado con fruición. 
El primer año habían sido "Fabulas de Samaniego" y "El Quijote". El segundo "Calila y Digna" y "Las mil y una noches". Con esas portadas acharoladas que escondían siempre las ediciones juveniles de la editorial Everest. 
La voz de la mujer la sacó de su ensimismamiento mientras trataba de averiguar cuáles serían los títulos escogidos para esta ocasión. Era un simple juego de probabilidades, porque, fueran los que fuesen, siempre serían bien recibidos. 
- Como ya eres toda una "pollita" este año no te hemos traído libros...
No escuchó más. la sonrisa se borró de su cara mientras sus manos deshacian el paquete y tímido y decepcionado ¡gracias! salía de su boca. 
Las historias, las palabras entrelazadas que siempre le prometían momentos agradables, ratos para un disfrutado asueto, habían sido sustituidas por el olor a lavanda de la colonia y el jabón que aquel estuche encerraba. Ocultó su decepción como pudo. No recuerda si la creyeron o no. Lo que sí quedó para siempre grabada en su mente fue la sensación de decepción frente a aquel esperado regalo que no llegó a materializarse.

Fuera ha dejado de llover. Acaricia una vez más la portada del libro. El título baila en letras amarillas sobre el fondo oscuro, en el que destacan también unas figuras vestidas con ropas orientales. Sonríe pensando en aquella niña. Sonríe pensando también en su hija que tiene el mismo afán devorador de libros que ella tuvo a su misma edad. La misma ilusión por descubrir nuevos títulos entre los regalos recibidos. La misma afición a visitar las librerías...               
"La mil y una noches" será el próximo libro que le ceda, rescatado por fin del dulce sueño de los años pasados desde entonces.
Mercedes G. Rojo

2 comentarios:

  1. Una pequeña aportación para que esto siga girando. ¿Será el tiempo o las circunstancias lo que nos hace ser tan perezos@s?
    Leído el relato de Charo sobre libros, este otro comenzó a juguetearme en la mente, así que aquí os lo dejo.

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  2. Pienso que casi todos los que por aquí pasamos,lo que mas hemos valorado entre los obsequios recibidos en nuestra infancia han sido los libros.Esas puertas que abrieron nuestra imaginación dia tras día .Inolvidables todos!
    Cordiales saludos y a seguir !!

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