Fotografía de Ruffa Jane Reyes en Unsplash |
La llamada le ha dejado desarmado. Todavía desconcertado no se anima a entrar en el coche.
El caso es que nota los ojos húmedos. Se cabrea consigo mismo por lo sensible que se ha vuelto. En el aparcamiento pasa la gente indiferente llevando sus compras, nadie conocido. Mejor, no quisiera tener que dar explicaciones en este momento.
Sin querer sonríe, le hace gracia la pelea que se trae un hombre con su carro, se diría que tiene vida propia y más que empujarlo, entre reniegos, lo arrastra.
Sentado en el coche, la cháchara impertinente del locutor no logra devolverle al mundo. Sujeta con fuerza el volante. Piensa en ella, en el torbellino emocionado de su voz. El ansia por explicarse, por no ahogarse en la incertidumbre.
Le ha faltado ánimo para interrumpir tal liberación.
¡Decía!: «que no estaba preparada, que tenía que pensar en los dos y que por eso se tuvo que alejar». En el tono de su voz no había reproche alguno.
Maika, ha dado a luz una niña, según ella es preciosa y ha salido a él; rubita y con los ojos azules, como los suyos.
Se ha abierto un hueco entre las nubes y cree ver esos ojitos. Por un momento, le encantaría haber conocido a Maika y tener los ojos azules.
En el fondo cree que ha actuado mal, pero no tenía valor para decirle que se había equivocado y que su herida seguiría sangrando.
Esos arrepentimientos, qué malos son. Y de nada sirven cuando el tren pasó.
ResponderEliminarUn abrazo
Tomamos decisiones de las que nos arrepentimos y luego tienen difícil vuelta atrás.
EliminarUn abrazo y felicidades por el libro.
Intensidad y sentimiento en estado puro Ángel . Tus textos hacen reflexionar. Es una maravilla. Besos :D
ResponderEliminarMargarita, me encanta si lo sientes así. Tus palabras me animan a seguir maltratando las letras y que la RAE, me perdone.
EliminarUn beso y buen finde.
Nuestra mente es un verdadero laberinto de (con)fusiones que no siempre sabemos gestionar…
ResponderEliminarUn placer leerte, Ángel.
Abrazos, y muy feliz finde.
Es complicado acertar en las distintas situaciones que te va poniendo la vida.
EliminarGinebra, buen finde para ti también. Un abrazo.
He disfrutado tremendamente tu entrada tiene sabor a nostalgia de la que me gusta, y un poco quizás de picardia
ResponderEliminarMucha, gracias por pasarte. Me alegro, si te gustó.
EliminarUn abrazo.
He leído el texto varias veces y cada vez me gusta más. Me dejas reflexionando en ese maldito arrepentimiento que aparece de repente para fastidiarnos el día... o la vida.
ResponderEliminarUn abrazo Ángel.
No se, si será la edad pero todo se acumula y cualquier detalle por ridículo que sea hace que nos cambie el animo para bien o para mal.
EliminarMiguel, un saludo y buen finde.
Ese "Por un momento, le encantaría haber conocido a Maika y tener los ojos azules" me ha encantado, Ángel :)
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Adella, gracias por tus palabras que valoro de verdad.
EliminarDudo tanto que pensé que lo mejor del texto era el punto final.
Un abrazo y buen finde.
Muchas veces pensamos en decisiones "equivocadas" que tomamos en el pasado y nos las recriminamos.
ResponderEliminarEso es un error de percepción la mayoría de las veces.
Miramos el pasado desde un "ahora" que nada tiene que ver con aquel "entonces"... es que de hechos nosotros tampoco somos los mismos tras el paso de los años.
Saludos.
Siempre se cometen errores y como tu dices, ayer no es hoy, ni nosotros somos los mismos. Y según te vaya la vida, le das más vueltas, o menos, a las cosas.
EliminarToro, un saludo.
Precioso relato sobre el pasado y lo pudimos haber hecho y no hicimos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Rocío, gracias por tus palabras. Dudar sobre lo que pudo haber sido es inherente al ser humano. Siempre corremos tras nosotros mismos tratando de orientar nuestra búsqueda de la felicidad.
EliminarUn abrazo.
Cuando no se tiene valor para decir uno que se ha equivocado. Con lo positivo que es reconocerlo.
ResponderEliminarMe encantó tu relato, Ángel.
Besos
Es positivo y la larga es hasta más sano, pero duele.
ResponderEliminarMaría, gracias por la visita.
Hola Angel muy buen relato. Nuestra naturaleza humana imperfecta, llena de contradicciones, de dudas, de traumas que nos hacen actuar y decir cosas que no sentimos y que a la larga alejan a las personas que amamos. Lo has retratado estupendamente.¡Saludos!
ResponderEliminarGracias, Tigrilla.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pienso que has relatado un momento muy habitual en la vida de cualquier persona ¿Quién no se ha detenido a pensar en alguna decisión, en algún acontecimiento pasado y hemos creído que nos habíamos equivocado?
ResponderEliminarSAludos.
Gracias Manuela, por tus palabras, intento expresar las miserias que me vienen a la cabeza en estos tiempos extraños que estamos viviendo.
EliminarUn abrazo y buen finde.
Me gustan tus escritos un abrazo siempre listo desde Miami para Ud señor
ResponderEliminarGracias Mucha, por tu apoyo.
EliminarUn abrazo.