Un poco de actividad después de comer no habría estado mal, pero no hay forma de que salga a dar un paseo, soy más de tumbarme un ratito. Estos días fríos, nada de series, ni películas, me gusta dormitar viendo un canal, de esos de pago, en el que en una chimenea se consumen lentamente unos troncos con un crepitar suave y relajante. Tanto, que cuando el cigarrillo prendió en el sofá no sentí más que el olor a leña quemada y un calor que me acogía con dulzura.
Los bomberos salvaron lo que pudieron. Tras este desastre, no volveré a descansar tranquilo; y temo que las llamas de la incineración no me gusten.
jaja, qué lástima. Hay vicios que son de mal traer o con consecuencias graves.
ResponderEliminarUn abrazo
Todos los vicios son malos, pero hay que darle cierto picante a la vida.
EliminarGracias por pasarte. Un saludo.
Ala Ángel, ¡Qué bueno! Enhorabuena ☺️
ResponderEliminarMargarita me alegro que te haya gustado.
EliminarGracias por pasarte. Un saludo.
Cuando dicen que el tabaco mata no lo explican todo eh...
ResponderEliminarSaludos.
Que van a explicar, no explican nada.
EliminarUn saludo, Toro gracias por pasarte.
Un micro bien llevado, con un final de sorpresa.
ResponderEliminarMe ha encantado.
Un saludo
Me alegro que te haya gustado y muchas gracias por comentar.
EliminarUn saludo.
Menudo final, Ángel. Me ha gustado mucho. Muchísimas gracias por tu comentarios, será un placer recibirte y seguir tus escritos.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Gracias a ti por comentar y me alegra que te haya gustado.
EliminarUn saludo.
Muy buen micro...hay que tener cuidado con esa combinación digestión/sueño o puede pasar lo que a tu personaje. Mira que rico, el se sentía tan rico y cobijado, calientito cuando en realidad se le estaba quemando el trasero. Saludos Angel!
ResponderEliminarGracias, Tigrilla.
ResponderEliminarUn saludo