sábado, 11 de diciembre de 2021

Tañen los tambores

El cántico se ha convertido en un clamor, una súplica desesperada.

Pretenden que huyamos flotando sobre esos armazones de piel y madera. 

 ―¡ Que los dioses nos protejan!―


Confundida por el apremio, la sacerdotisa da por finalizado el rito, la luna creciente aún no ha alcanzado todo su poder y parece poco propicia, desde su atalaya  cósmica contempla sarcástica la llamada, ella tendrá que ser la que interceda con los espíritus.


Los invasores han traspasado las murallas y en la oscuridad de las aguas solo veo el rostro de la muerte.




Pd.: Con este micro participo en la convocatoria de diciembre de: Escribir jugando, El blog de Lidia. el micro de no más de 100 palabras debe inspirarse en la carta que muestra la imagen y hacer referencia a la luna creciente, es opcional que haga referencia a los inicios de la navegación.

lunes, 6 de diciembre de 2021

Sonríes

Fotografía de Tim Mossholder en Pexels

Sonríes. No hay nadie más que pueda verlo, pero estás sonriendo. Dudo, pero tengo la esperanza de formar parte de esa sonrisa, que tus sueños, de alguna manera me incluyan junto a ti.

El verano pasado está tan lejos. Las luces de los coches en la noche podrían ser estrellas fugaces de no ser por sus colores tan estridentes. Sigo en su recorrido las gotas de lluvia, resbalan por el cristal, se unen unas con otras para tomar velocidad y escapar en su camino hasta el suelo, quizá alcancen el mar.

Ese mar en el que no parabas de salpicarme, cada ola traía un nuevo mensaje en la botella. Te reíste de mí, cuando me devolvió medio ahogado y sin bañador, en un juego en el que las olas eran cómplices tuyas. Yo tosía escupiendo agua, tu rodabas por la arena fingiendo avergonzarte.


Suena un móvil al final del pasillo, alguien habla rompiendo la calma, no siente pudor, comparte a voces su conversación intrascendente. Cierro la puerta, escuchar vuestra respiración me devuelve a la tierra.


La niña, inquieta, se revuelve en su nido. Aún no he decidido a quién se parece. Desde la ventana las luces insisten en llamarme, el árbol de navidad del hospital se balancea con el viento, tu reflejo sereno en el cristal me confirma que sonríes y no me importa con qué sueñas, sé que en tu sueño, está la niña y estoy yo.


 

Fotografía de Dominika Roseclay en Pexels


Pd.: Historia presentada en: El tintero de oro, fuera de concurso.