jueves, 29 de abril de 2021

Su mirada

Fotografía de Pixabay en Pexels

 Me ronda y sobre mi mantiene clavada la mirada. ¿Cuánto llevo aquí tendido? Con la luz encendida, no sé si es de día o de noche. El último destello es el de mi torpeza. Tengo conciencia de haber comido, así que era por la tarde cuando resbale. Inmóvil entre el retrete y la bañera, apenas me sale ya un hilo de voz, nadie me escucha.

Nerón, si. Sin querer se ha quedado aquí, encerrado conmigo.

No ha tenido consideración alguna al marcarme con su orina, he pasado a ser su trofeo. No me molesta, al revés me ha traído a la memoria tu sonrisa fresca, salvaje; y el dolor de verte salir de mi vida. Infidelidades iguales a las suyas, que a nadie pertenece. Sus pupilas tienen la arrogancia del que nada pide. La misma que tenías al decirme que te ibas.

De nada ha servido ser la mano amiga, la mano que acariciaba tu pelo, la que recibía el regalo de tu alegría de vivir. En alguna ocasión le di de comer, y quizá eso signifique algo. También, tú, me besaste y te alejaste sin darle importancia.

Estoy perdiendo la cabeza, confundo todo. Nerón, a mí lado saborea el instante, me sabe derrotado. Se pasea contoneándose, con el rabo alzado. No tiene reparo en jugar con su presa.

Quisiera cerrar los ojos, deslizarme a ninguna parte y cuando le venza el hambre… no estar.



jueves, 22 de abril de 2021

¡Hola!

 


―¡Eh tú, sí tú!― Escucha, bueno mejor dicho, lee, no te distraigas. Y no, no me preguntes, pues no tengo ni idea. Solo sé que me perdí y mira donde he terminado.

Mi mujer me anda buscando. Si la ves y te pregunta, no sabes nada. Que yo de aquí no salgo; y es que esto es como decirlo.

Es el sitio donde sucede lo inimaginable y aquí estoy como uno más. Qué quieres que te cuente. Ayer, sin ir más lejos, vi a Sancho que está… como siempre, vaya.

Esto es un no parar. Ahora, camino con Aragorn hacia las puertas de Mordor, en un rato comienza la batalla y no me la pienso perder. Así que te dejo, tu ve leyendo, si eso.

―¡Ah!― Y mi mujer si pregunta, tú nada, no tienes ni idea.

Por cierto, cuando cierres el libro hazlo con cuidado, porque la verdad, esto es un poco estrecho y con los golpes se mueve mucho, de hecho ―no digas nada―, Blancanieves está embarazada y no sabe de quién.

―¡¿Qué exagero?!― Esto parece el Metro.



Pd.: Dedicado en el día del libro a aquellos que sueñan con formar parte de una gran historia. 

 

domingo, 18 de abril de 2021

Suciedad

Fotografía de Ryk porras en Unsplash

 Un grifo mal cerrado gotea en la cocina. El aire amenaza con cuajarse y un sopor pegajoso chorrea por las paredes.

Hundido en el sofá, con la vista extraviada, ves dibujos imaginarios brotar de la humedad, son rostros atormentados, demonios.

El yeso deformado parece a punto de desmoronarse, es lo mismo, hace mucho que todo comenzó a derrumbarse a tu alrededor.

La desesperación ha anidado en tu pecho, sus manos te acarician el cuello, oprimen, y no te sueltan.


Ella calla desde hace demasiado tiempo, los ojos se le han velado, la presencia de su aliento detenido, es insoportable. No miras, no te atreves. La imagen recordada ha de ser otra bien distinta. No la del pelo revuelto y el gesto agrio.

A su lado, la alfombra ha quedado mancillada, una mancha se extiende sin piedad. Es una pesadilla roja y espesa, de un carmín encendido, como el de las noches de pasión, diferente al de esos labios inertes, crispados... distinto al de los labios que te han maldecido.


La cadencia monótona del ventilador satura de murmullos el salón. El exterior no existe, hace rato que se ha hecho la noche y apenas llega un leve resplandor de la calle. Las sombras definen su presencia en cada rincón, inquietas observan, se han adueñado del espacio. 


Cientos de alfileres te cierran la garganta, no podrías articular palabra ni aunque quisieras y necesitas pedir perdón. Necesitas recuperar el timbre de su voz, su fragancia, el brillo de esos ojos, que ya no ven.


 Ahogada por el aire que no llega. La bestia ha huido, se ha escondido muy dentro, es cobarde y con él van las mentiras que acuchillan tus entrañas. Su gran obra son estos celos que te han llevado al desastre.

Fotografía de Sourav Mishra en Pexels
Tu boca se ha llenado con el sabor ácido de la bilis. Incorporado, la angustia hace que corras hacia la ventana que como una puerta abierta al infierno se te ofrece deseable.
Ángeles andróginos reclaman el trofeo. Sus rostros divinos prometen olvido.

Es él, la parte oscura de ti mismo, la que se niega y grita.

Sabes que debes ser fuerte, que no es sacrificio, es redención.

Cierras los ojos y el rostro de ella sonríe de nuevo, espléndido, sin rencor.

El abismo es un amigo que recibe sin violencias, acunado en su seno te sabes perdonado.

Las farolas alumbran justicia. Esta no será una noche de lágrimas derramadas, ni de lastima, tampoco de horror en la mirada.

Ni siquiera de paz



sábado, 10 de abril de 2021

LAS TIERRAS COLINDANTES


El hombre se había apeado de un lujoso automóvil de dos puertas. Una mujer regresaba por la empinada calle a su domicilio. Llamó su atención la elegancia del hombre y sus pausados movimientos - buscando un número en particular - de los varios que fijaban en las fachadas la identificación postal de sus moradores.

Arribaron al mismo tiempo a  igual  número. Ya el hombre había dado sus tirones a la campanilla del portal.

A quien busca Ud.? -  preguntó la mujer .

-Busco a doña Eufrasia del Sol Ramírez.

La mujer se quedó casi absorta mirando al elegante hombre y tratando de adivinar su profesión.

-Siento decirle que doña Eufrasia en persona no podrá atenderle. Ha fallecido!

 “¿Cómo que ha fallecido? Así sin dar aviso! Es que la gente ahora ni se despide de familiares y amigos, como antes era costumbre. Que contrariedad más inesperada! - exclamó el hombre y siguió murmurando : ”Anda que estamos lucidos con la noticia!”

Y cuándo, quiso saber. Como seis meses han pasado ya. Ostias, seis meses! Y nosotros en el limbo.

Pero dígame, en qué puedo ayudarle, yo soy su nuera!

Pues no puede solucionar nada por más nuera de Doña Eufrasia que sea!

La mujer ya se estaba fastidiando.

-Por favor, dígame, que le ha traído hasta aquí? - exigió con firmeza .

-Pues verá , su señora suegra la que sin duda alguna estará gozando de la gloria eterna, era nada menos que la dueña del nogal del pueblo. Y no solo dueña del nogal, sino de las tierras colindantes…

La nuera abrió tamaños ojos, como dos ventanas abiertas de par en par.

-Un nogal y las tierras colindantes - repitió.

-Claro! Que lo tenía heredado de su señor padre, y éste del que fue su progenitor. ¿Vale ?

-Si Ud. lo dice … - murmuró la nuera.

“ El caso es que tenemos proyectada una carretera comarcal que si o si debe pasar por donde el nogal y las tierras colindantes de propiedad de doña Eufrasia y su firma es indispensable para dar el consentimiento para la obra . ¿Cómo hacerle firmar a Doña Eufrasia ?”

 

Hombre, que Ud. no comprende que se ha ido de este Mundo?

 

Ya, ya! Pero con su firma no hay quien pueda! Aunque soy un experto calígrafo , y tengo mis habilidades, justo la firma de Doña Eufrasia era una de “esas “ que nadie se atreve a falsificar!

 

El hombre optó por apoyar su estatura contra la vieja pared. Se hizo un silencio, que terminó  con una  pregunta al  interesado:

-Diga, cuántos metros cuadrados totalizan las tierras colindantes?

-Yo que sé! Lo que abarca el contorno del nogal y unas pocas raíces que sobresalen!

Beatriz  Basenji

Foto:unnamed.


viernes, 9 de abril de 2021

EL NÚMERO

 











El  número  ambulaba  monocorde

Preciso. Niño áureo

Hilvanando

La divina  madeja

al jazmín africano.

El  beso  del  Océano  daba  paz

a los mundos:

Uno al Este  dormido.

Otro en  miel y  hoja muerta.  Paredón

al  otoño.

Contra  el  viento 

Windhoek se  dormía.

Contra el  viento  el Torreón cruzaba  lanzas.

Fue  entonces el  número  perfecto.

El beso que  subía

Descendiendo

Las  escalas de ángeles, se  posa

(satélite  por  medio  y  ras  del  cielo )

no  en tu  raid de tigres

no en mi  rosa.

Sobre el  aire de  Amor que  impregna el  Tiempo.

BEATRIZ   BASENJI


Foto: Windhoek, la  cosmopolita capital de  Namibia / Lonely  Planet.

miércoles, 7 de abril de 2021

Ilusiones

Fotografía de Thirdman en Pexels





Tras su trato cariñoso, su sonrisa coqueta y la promesa de un final feliz. Se limitó a darle el alta, devolverle a casa y partirle el corazón.