El reloj se ha detenido, creo qué está dormido.
Don Danilón, copa en mano, observa recién sentado.
Un ave del buen agüero
lo acompaña posada en el sombrero.
Sobre montañas altivas
las nubes bailan de puntillas.
Una catapulta ladina sonríe, apunta…
Y para sorpresa de la gente llovió vino de repente.
El reloj sobresaltado, pregunta ―¡¿Qué ha pasado?!―
Don Danilón, copa, ave y sombrero;
ríen tirados en el suelo.
Pd.: Poema/cuento escrito para la convocatoria del mes de marzo del blog: El blog de Lídia, tema relacionado con la carta y el dado, y opcionalmente la catapulta. Máximo 100 palabras.