Fotografía de Aidan Roof en pexels |
Entro casi en penumbra, la bombilla parpadea sin brillo, tendría que cambiarla. Oigo como trasteas en la cocina y me acerco, no dices nada. Ni me miras.
Al final, un ―la cena casi está― es todo el saludo que recibo.
He puesto la mesa, sin conseguir verte los ojos.
Las noticias en la televisión son nuestra banda sonora. El locutor es el invitado de piedra, habla y habla sin que ninguno de los dos le hagamos caso.
En un descuido he tirado un tenedor y como un resorte te has agachado veloz a recogerlo; no he tenido tiempo de reaccionar. El pan de la mañana llena la mesa de migas, se ha quedado duro.
No sé qué decirte. La conversación se reduce a frases hechas, neutras, palabras que no cortan, ni hieren; los monosílabos se han adueñado del espacio.
Por fin me miras a los ojos. ―Me voy ―dices reuniendo todo tu valor. Tropiezo con las maletas en la puerta de la habitación.
La voz te tiembla y aún así tus palabras son firmes. No dudas.
Ha habido un momento en el que he creído verte brillar de nuevo, un leve gesto al comprender que no habría discusión. Tus ojos por un instante recuperaron la luz de antaño, debió ser alivio. Odias las escenas, igual que yo.
La bombilla se ha fundido, te veo a oscuras cerrar la puerta.
Una despedida casi esperada, Ángel. Muy buen relato.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Gracias Nani.
EliminarUn beso.
Una despedida necesaria.
ResponderEliminarUn saludo.
Alfred, pues creo que si, pero que difícil.
EliminarUn saludo.
Muy duro, pero si no hubo comuicación...no empezará a haberla en el último minuto
ResponderEliminarUn abrazo, muy buen texto
Seguro que no y a la larga se crea más frustración.
EliminarUn abrazo.
Mejor contado imposible. Duro, pero maravillosamente descrito. Besos Ángel :D
ResponderEliminarGracias Margarita, siempre tan amable.
ResponderEliminarUn beso.
THE END...
ResponderEliminarBesines utópicos.-
Parece ser Irma.
EliminarUn beso.
Hola Ángel, logras contar una situación triste y difícil de tal forma que la hacemos nuestra. Me encanta cómo al final pones un brillo en los ojos de ella, porque cuando tomamos el coraje de hacer las cosas es cuando más auténticos somos. Me ha encantado. Abrazote.
ResponderEliminarCuando se da un paso así tiene que haber esperanza de ir a mejor.
EliminarUn beso.
Una relación sin ningún futuro.
ResponderEliminarCuando antes separen sus caminos mucho mejor.
Lo has descrito de forma magistral.
Saludos.
Gracias Toro.
EliminarDesde luego cuando las cosas van así mejor seguir cada uno su camino.
Un saludo.
Se siente la desolación al final de la historia de amor. Me gusta el texto Ángel.
ResponderEliminarMuchas gracias Pedro.
EliminarUn saludo.
Un gran escrito Desde la oscuridad viene El gran comienzo felicitaciones muchacho
ResponderEliminarCada día es un comienzo que nos obliga a reinventarnos.
EliminarGracias por tus palabras.
Transmite mucho el relato, parece que estuviéramos allí, brillante.
ResponderEliminarBesos.
Amapola, muchas gracias.
EliminarUn beso.
Hola Angel soy Ana de Pildoras para Soñar, veo que mi comentario aparece como unknown mas arriba, qué lata, a ver como arreglo eso. Te reutero que me gusto mucho. Saludos!
ResponderEliminarTambien te aviso cambio la url de mi sitio ahora es https://anapieraescritora.wordpress.com/
ResponderEliminarUn abrazo!
Gracias Ana, por dejarme la nueva dirección, en cuanto al mensaje desconocido, intuía que era tuyo.
EliminarUn beso.
Bueno tu microrelato. Un saludo.
ResponderEliminarAlexander, gracias por pasarte y por tus palabras.
EliminarUn saludo.