Taro, aletea inquieto en su percha, intuye mi dolor. Los pies he dejado de sentirlos.
La arena brilla con destellos de cristal, el suelo ha pasado a ser de dura roca.
No queda bálsamo, el frasco yace vacío en el lugar dónde ardía la hoguera. Agotada me acurruco junto a él, no me importa la suciedad. Necesito el calor que emana de la tierra, cubro mi cuerpo con lo poco que ahí queda.
El barro me conforta como una caricia de la madre tierra, que me entrega dulces sueños en cabañas de arcilla, calor y vida.
Pd.: Relato para el reto de enero de: Escribir Jugando del Blog de Lidia, con 100 palabras de máximo, tiene que estar inspirado en la carta y la figura del dado (Frasco). Opcionalmente se puede incluir una referencia a la invención del ladrillo.
Creo que los sueños subliman elementos de la vida cotidiana, en ellos uno también puede verse como el Golem.
ResponderEliminarClaro, la mente sigue trabajando durante el sueño y puede encontrar caminos que la vigilia nos veta, así como conectarnos con un mundo paralelo en el que todo es posible.
EliminarBuen domingo, Fackel.
Qué relato más bonito y más visual, Ángel!!
ResponderEliminarBesicos muchos.
Nani, me alegro sí he conseguido hacerte imaginar.
EliminarUn abrazo.
La vuelta a los orígenes.
ResponderEliminarUn saludo.
Todo lo que tenga que ver con mujeres con claridad de ideas en realidad es una vuelta a los orígenes.
EliminarUn saludo y buen domingo.
Los sueños pueden ser desconcertantes, por eso hay "La interpretación de los sueños" ;)
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues un poco va por ahí la cosa, en este caso Sibila sueña con cabañas de barro en un tiempo en el que aún están por llegar, o al menos eso trato de narrar siguiendo las directrices del reto.
EliminarUn abrazo, Alfred y buen día.
El instinto puede interferir en los sueños, la necesidad del calor, del refugio, del hogar incluso,aunque no esté inventado. Muy buen micro,Angel, abierto a mil interpretaciones.
ResponderEliminarCastelo, nuestra mente siempre anda en busca de soluciones, incluso en sueños no para de trabajar. Ante el frío y el calor siempre fuimos capaces de hallar esas soluciones, ya sea usando la vegetación o levantando la tierra en forma de paredes de barro.
EliminarUn abrazo.
Hola, Ángel. Tu micro es misterioso y se puede leer entre líneas. Yo lo que capto es un viaje hacia adentro, a sus propias entrañas en fusión con Gaia, que le proporciona el transporte perfecto para ese viaje. Muy intenso. Me gusta.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu aporte al desafío de este mes- Un abrazo y hasta pronto.
Lidia, gracias a ti por lanzar el desafío. He tratado de reflejar el momento en que la adivina visualiza las construcciones de "barro/ladrillo" ante el riesgo que el frío representa. No sé, si lo he logrado, pero ahí queda.
EliminarEn cualquier caso me gusta que cada uno lo interprete como le parezca.
Un abrazo, nos leemos.
Es un texto inquietante, que te deja reflexionando. No sé si si la vida se construye a pedacitos, seguramente sí.
ResponderEliminarUn abrazo, y feliz semana
La vida es todo aquello que te pasa mientras haces otros planes. No sé quien dijo esto pero creo que tiene razón. De cualquier forma a pedacitos, también se nos pasa la vida.
EliminarUn abrazo.
Precioso relato.
ResponderEliminarMuy metafórico.
Un abrazo.
Amapola, Un abrazo.
EliminarMe alegro de que te haya gustado.
¡Qué bueno Ángel! un gran relato para el reto de Lidia. Uno puede imaginarse toda la situación, terrible y bello a la vez. Me encantó. Saludos.
ResponderEliminarGracias, Ana. Ya sabes, hago lo que puedo.
EliminarUn abrazo.
Al polvo volveremos.
ResponderEliminarTodos.
Saludos.
Que sea más tarde, que pronto.
EliminarUn saludo.