Puntual, la bruma envuelve el paisaje hasta hacerle desaparecer. La lechosa atmósfera oculta las presencias, desde su densidad siento miradas de rechazo.
Me abrazo, cierro los ojos con la esperanza de escapar, de ser invisible a los demás. Respiro agitado hasta que la calma, con lentitud, regresa a mi lado.
La niebla comienza a levantar su velo, como cada día te encuentro mirando hacia mi ventana. Entonces cuando el recuerdo transmuta en materia y el frío toma posesión de mi alma. Escucho nítido y claro tu ruego:
―«No me sueltes» ―súplicas, mientras, voz y sombra se diluyen.
Cuando abro los ojos, son lágrimas las que no dejan que te encuentre.
Las cuidadoras acuden, traen consuelo y razones, aseguran que no hay niebla en esta época del año. ¡Que el sol luce!
Las quiero creer y aún así dudo, de ser eso cierto quizá sea la locura la que perdida en la niebla busca mi mano.
Texto en modo de metáfora, una reflexión sobre la soledad y la locura.
ResponderEliminarSaludos.
Cayetano, me sorprendo a mi mismo, te pones a jugar con las palabras, en este caso el tema era la niebla y me salen unos textos que yo mismo me asombro de la dirección que toman.
EliminarUn saludo.
Descorazonador encuentro con la soledad.
ResponderEliminarSaludos.
Alfred, cuando la mente distorsiona la realidad suele ser descorazonadora.
EliminarUn saludo.
Tan desolador que nos envuelve en un halo de inquietud. Bellísimo sentir. Un abrazo.
ResponderEliminarNuria, gracias por tus palabras.
EliminarUn abrazo.
Dramática, intensa y preciosa prosa poética.
ResponderEliminarObviando a las cuidadoras, puedo ver representado cualquier momento de nuestra soledad en la vida. Ese deambular de la mente al borde de la cordura.
Enhorabuena, Ángel. Y gracias por tu participación en el VadeReto del Acervo.
Un abrazo.
José, gracias a ti por tu blog y las propuestas que lanzas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Aunque no sé crea a las cuidadoras, te sujetan a la realidad, para que cada viaje, por el motivo que sea, tenga retorno. Y puedas repetirlo sl día siguiente. Es importante que alguien te sujete cuando te pierdes.
ResponderEliminarAbrazo angel
Es difícil dar apoyo a quien no lo pide, tener alguien que te guie si te pierdes es un tesoro.
EliminarUn abrazo.
Impotencia, muy bien descrita. Buena apuesta Ángel!!
ResponderEliminarBesicos muchos.
Nani, gracias por tus palabras, espero que los reyes nos traigan muchos días luminosos a todos.
EliminarUn beso.
¡Hola, Ángel! Excelente uso de la niebla para simbolizar esa realidad percibida por quien ya se ha alejado de la nuestra. Un fuerte abrazo!
ResponderEliminarDavid, gracias por pasar y comentar. Ojalá salga el sol y la vida nos sonría a todos en este año que entra.
EliminarUn abrazo.
La lirica utilizada magistralmente por Angel, te lleva a pensar en un delirio del narrador. Pero....el final me ha dado cancha para darle más de una interpretación al relato, la verdad. Ese final , para mi totalmente abierto, me incita a pensar en que la persona a la que coge de la mano es un recuerdo real. Alguien a quien, en algún momento, el narrador no cogió a tiempo o dejo caer por la ventana. Retorcido si, pero en fin, ahí lo dejo. Me ha gustado muchísimo, Angel.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pedro, me alegro de que te haya gustado, y me alegro más de que te haya hecho imaginar, al final solo se trata de eso. De que con estas cuatro palabras seamos capaces cada uno de continuar la historia.
EliminarUn abrazo.
Hola Ángel, sugestivo relato. Lo interpreto como alguien que ha perdido un poco el sentido de la realidad y tiene inquietantes visiones. La niebla que no existe y que esconde esas visiones que lo torturan. Algo que dejó de hacer, alguien a quien olvidó. Tu relato nos hace pensar, interpretar, vagar en tu universo. Me ha encantado.
ResponderEliminarAna, que cada uno continúe la historia y la interprete a su manera. Me alegra mucho saber que te ha gustado, siempre tengo dudas con estas historias tan cripticas y oscuras.
EliminarUn abrazo.
Mari Carmen, ahora que lo dices, tienes toda la razón y es que la enfermedad y la agonía hacen que viajemos a mundos perdidos. Es muy penoso, seguro que en ese estado poco consuelo encontró.
ResponderEliminarUn beso.
Pues me temo que cada vez hay más gente en situaciones parecidas.
ResponderEliminarLa gente vive más años pero algunos en terribles condiciones.
Saludos.
Hola Xavi, vienen años muy duros para la mayoría de los hijos del "Baby Boom" solo quedara soledad y miseria. Sálvese el que pueda.
EliminarUn abrazo.
Hola Ángel, como siempre me maravillas con tu texto, como nos introduces en la historia. Besos :D
ResponderEliminarMargarita, yo solo abro la puerta, la historia la imaginan los demás.
EliminarUn beso.
Un relato precioso, amigo Ángel.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Rocío, eres muy amable.
EliminarUn abrazo.
Hola Ángel. Interesante enfoque de la soledad, que a veces por el inmenso desconsuelo que transmite, se puede confundir con locura. Un abrazo 🐾
ResponderEliminarHOla, Rosa, gracias por pasar y dejar tu comentario, tu interpretación si que es interesante, en cuanto a la locura, quizá estemos todos un poco locos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Alguém com Alzheimer...perdido em si, o Mundo é um imenso vazio...Lembrei-me do meu Pai, a certa altura, esqueceu-se do meu nome, nem sabia que eu era a sua filha e até eu fiquei sem saber quem estava verdadeiramente só - eu ou ele...o meu Príncipe esfarrapado....
ResponderEliminarAdorei...
Bom Ano 2022...
Obrigada pela visita...
Beijos e abraços
Marta
Una experiencia muy dura para él y para ti, lo siento. Yo lo viví, como de pasada con una abuela y con los años te quedas con la incertidumbre de si te tocara de vivirlo en primera persona.
EliminarGracias por tu comentario.
Besos y abrazos.
Un relato duro pero a la vez es precioso. Feliz 2022.-
ResponderEliminarBesines utópicos.-
Irma, como la vida, que es dura y hermosa.
EliminarUn abrazo, Feliz año.
Hola, Ángel, conmovedor relato. Cuando la temida soledad nos aborda perdiendo el sentido de la realidad. En este caso de un anciano pero que podemos extrapolar a cualquier soledad no buscada.
ResponderEliminarUn relato para reflexionar.
Me ha cantado.
Un saludo,
Lola, muy interesante tu interpretación, tienes razón, se puede extrapolar, la soledad y el sentirse desvalido no entiende de edad, ni genero.
EliminarUn abrazo y muchas gracias por tu comentario.
Hola, Ángel. Crudo relato que puede ser reflejo de una realidad bastante habitual. Saludos.
ResponderEliminarJM, se nos va la cabeza y cada día más.
EliminarUn saludo.