Fotografía de Marco Aurelio Conde en Unsplash |
Procuro no mover un músculo y a pesar de ello el sudor perla mi frente, el sofá insiste en abrazarme de modo amenazador, quiere tragarme.
Escucho entre brumas el rumor que produce la puerta del garaje del vecino. Ya han llegado.
Pronto repetirán la canción, los gritos por lo general están teñidos de cierto histerismo. No recuerdo que la niña en ningún momento suplique o pida perdón por los insultos, lo que escucho cada tarde es la voz de su padre tratando de que se calme.
Esta tarde las voces reverberan llenando con su presencia la penumbra, todo es irreal, el bochorno y la oscuridad consiguen que el sonido parezca nacer de forma espontánea en medio de mi salón. El tiempo se ha vuelto pegajoso. Tumbado, ni yo mismo creo ser real.
Y sin embargo algo cambia en un momento. El silencio se sobrecoge. Lo terrible impregna el ambiente.
Cuando sonó el timbre, no tenía duda de qué sería él. Entró con una cuerda en la mano, quería que por favor, le dejara pasar al patio.
―Creo que ha sido el calor― me dijo sin tan siquiera alzar la mirada del suelo.
Debí dormir un par de horas antes de avisar.
No he querido conocer los detalles… En cuanto le descolgaron me prometí cortar el árbol.
Sorprendente!!!
ResponderEliminarUn saludo.
Alfred, me alegra que te sorprenda, pero que te fastidien las siestas suele ser algo muy corriente.
EliminarUn abrazo.
Ufff¡
ResponderEliminarMuy tenebroso...
Besos.
Amapola, creo que hay algo tenebroso cuando el calor vacía las calles, el asfalto arde y parece faltar hasta el aire.
EliminarUn abrazo.
Hola Ángel, un relato impactante que te deja con un desasosiego al final. Me gustó mucho la intensidad que logras en unas pocas líneas. Te dejo un abrazo...
ResponderEliminarMuchas gracias Ana, lo curioso es qué sea el calor el que me ha sugerido el tema, y a la vez, el calor hace que me cueste muchísimo escribir.
EliminarUn abrazo.
Uf, ese final es apoteósico. Muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias Maripau, lo único cierto que hay en todo esto es que con el calor me cuesta escribir más que nunca.
EliminarUn abrazo.
Qué culpa tendría el árbol.
ResponderEliminarFackel, el árbol ninguna, parece más una salida a la frustración.
EliminarUn saludo.
Jaja...Perdona que me ria pero la ultima obra de teatro con ungrupo en el participaba, trataba, e interpetaba yo, a uno que iba a casa del vecino a suicidarse. Era una comedia, asi que fracasaba . Un dilencio mas aterrador que los gritos. Esperemos que sea la unica victima, y no uno de estos episodios tan comunes ultimamente y que no suelen acabar en suicidio
ResponderEliminarCon esa calos que describes, deberia haberse dejado engullir por el sofa
Saludos
Gabiliante, con el calor que ha hecho estos días, lo que me cuenten me lo creo, se ponen fatal las cabezas.
EliminarCon lo que queda de verano el sofá lo engulle seguro.
Un saludo.
El árbol no tenía ninguna culpa, la verdad, aunque fuera un visión un poco cruel, ver al hombre ahí colgado. ¿Tres días?
ResponderEliminarNo hubo ya más gritos de la niña. Esa parte de la historia se sobrentiende, o se supone, o ni lo uno ni lo otro.
Me declino por pensar mal pero si en tres días nadie ha dado aviso, ha sido otra cosa.
Un beso enorme.
Mag, mujer, un par de horas ¿Tres días? me parece que sigue haciendo mucho calor. Jajaja
EliminarY nos tiene fundidos. En cuanto al resto queda a la libre imaginación de cada cual, pero piensa mal y acertaras.
Un beso.
Ah, pues sí. No sé dónde habré leído tres días jajaja dos horas, lo que dura la siesta.
EliminarUn beso
Y porque tenía calor decidió colgarse , vaya tela yo me decanto porque el tío estaba hasta las pelotas de los chillidos de la cría , desde luego mi me has dejado de piedra , ahí que ver lo que hace el calor.
ResponderEliminarTe deseo una feliz semana , besos de flor.
El calor nos agota la paciencia y vuelve más irascibles, lo que es muy mala combinación. En cualquier caso seguro que la realidad es más trágica que esta triste historia.
EliminarUn beso, Flor.
Um pesadelo provocado pelo calor intenso....e quando se acorda de repente, não sabemos se realmente aconteceu.
ResponderEliminarObrigada pela visita
Beijos e abraços
Marta
Marta, cuando el calor aprieta hasta las pesadillas se pueden volver reales.
EliminarUn abrazo y gracias por pasarte.
El calor propicia la agresividad.
ResponderEliminarEso es un hecho incontestable.
En verano los delitos suben.
Somos muy vulnerables.
Saludos.
Nos vuelve impacientes e irritables, vaya que no nos aguantamos ni nosotros mismos.
EliminarEn cuanto a estadísticas creo que en verano aumentan los divorcios.
Un abrazo.
El calor te mata
ResponderEliminarTienes toda la razón.
EliminarTodo depende. El calor infernal suele sacar de algunas personas lo peor, como en el caso del personaje de tu relato cuya vida es un infierno… como también inspirar un inquietante-memorable relato en un escritor que también sufre el calor como vos.
ResponderEliminarUn cálido abrazo, amigo, y sin sombrero… puesto que hace calor!!
Hola Carlos, pues sí, saca lo peor y agota la paciencia, en cuanto a la inspiración mejor inspirarse al fresco.
EliminarOtro abrazo para allá.
Jopeee Ángel. Sobrecogedor y el final muy bueno. Impresionante!!
ResponderEliminarBesicos muchos.
Nani, muchas gracias, algo así pretendía.
EliminarUn beso.
La nueva moda. Antes se les pedía sal a los vecinos y ahora... Muy bueno, Angel y el giro final cargado de humor negro , me encantó.
ResponderEliminarPedro, a lo que hemos llegado. Me alegro si te ha gustado.
EliminarUn abrazo.
Ohhh impactante!
ResponderEliminarMagalí, me alegra si te ha sorprendido.
EliminarUn saludo.
Alucinante Ángel, me has dejado impactada. Magnífico, como siempre. Besos :D
ResponderEliminarMuchas gracias, Margarita.
EliminarUn beso.
¡Hola, Ángel! La hora de la siesta, ese momento entre la mañana y la tarde es un momento casi surrealista, un paréntesis donde la realidad más mundana parece retorcerse y permitir que los demonios interiores salgan a la luz. Si a ello le sumas el calor... Un muy buen micro en el que hemos sudado con el protagonista y escuchado con él la evolución de ese drama anunciado. Un abrazo!
ResponderEliminarMuchas gracias David, un poco era lo que trataba, las temperaturas agobiantes son muy apropiadas para el drama.
EliminarUn abrazo.
Hola Carlos. Acá vengo llegando despacito, volviendo al mundillo blogger luego de mis felices vacaciones.
ResponderEliminarPrimero decirte que ¡Me encantó! Tu entrada anterior, espero que ya hayas organizado esa fiesta, tal vez tú y tus fantasmas ya hayan socializado.
Lo segundo...¡No dejes de poner el aire acondicionado! A ver si los fantasmas también sufren el calor y ...¡vaya a saber como reaccionan ya que colgarse no pueden!
Ya ves que hoy te dejo un "dos por uno" jaja
Abrazo y a pesar de andar a "media máquina" -estoy recién llegada- no quise dejar pasar más tiempo sin venir a saludarte
Perdón Ángel, estuve conversando telefónicamente con mi amigo Carlos y luego me puse a comentar ...Ya ves...No puedo con todo! Por suerte volví y me di cuenta del error. Saluditos van con la disculpa
EliminarLu, no hace falta que te disculpes, me lo he imaginado. Espero que disfrutases mucho en tus vacaciones.
EliminarGracias por pasarte.
Un abrazo.
Muy triste y gris te vemos Angel !! Como la misma actualidad que nos toca soportar en este Mundo !!
ResponderEliminarHola, Beatriz, sobre todo era calor lo que hacía en los días que escribí esté micro, mucho calor, pero no dejas de tener razón el mundo está en general muy revuelto.
EliminarUn abrazo.