lunes, 20 de diciembre de 2010

Y de nuevo, la felicidad...


            Completó la decoración de la casa colocando el pesebre en el lugar de honor que siempre se le reservaba. Y luego lo llenó todo de flores, de flores blancas, y amarillas, flores rosas, y azules, y rojas…, flores de color violeta.
            ¡Le gustaban tanto esos días en los que se sucedían reuniones tan esperadas durante el resto del año! Las reuniones familiares, y las de amigos, las reuniones con sus antiguos compañeros de colegio y de instituto.
            Y para ponerle la guinda al pastel, los conciertos. Esos conciertos navideños que año tras año conseguían trasladarla a la infancia, a aquella niñez suya de la que solo podía recordar un estado eterno de felicidad.

2 comentarios:

  1. Un canto a la Alegría de celebrar la Navidad, de forma muy bonita. Felices fiestas :)

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  2. Bella evocación del ambiente navideño.Espero que disfrutes las festividades de este año. Cordial saludo,
    Kapizán

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