domingo, 18 de diciembre de 2011

LOS PANES DULCES



Llegaron precipitadamente los dias de hornear los panes dulces. Ella recuperó su delantal de cocina, su alto gorro donde ocultaría la mata de cabellos enrulados. Recuperaría la vieja receta , y comenzaría el ritual.

Canturreaba feliz. Qué placer tener las manos enharinadas! Destrozar los huevos con ganas, someter la blancura de la harina al dominio de esos líquidos aglutinantes . De ahi debieron sacar los políticos sus ideales demagógicos. De ahí. De esa cándida blancura ,inocente , nostálgica capaz de convertirse en masa por el imperio de unos huevos !

Mezcladas las nueces, almendritas, pasas de uva y la copita de cogñac ya la masa cobraba su prestigio navideño . Como en los buenos tiempos de la Abuela. Ella estaba añadiendo un poco mas de harina,cuando las dos gatas atigradas iniciaron una pelea magistral y saltando sobre la mesa en su feroz pelea se enredaron en el bollo y lo lanzaron al piso de la cocina . A ella le saltaron las lágrimas impotente viendo como las gatas y el amasijo se transformaban en un bólido que serpenteaba por la casa.

2 comentarios:

  1. Muy bien Beatriz, que esto no decaiga...
    Muy bonita la estampa, con ese lirismo de lo cotidiano tan conseguido.

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  2. Gracias, Antonio !No sucedió lo del cuento, pero podría suceder... Cordiales saludos!

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