Ahí, dónde confluyen los caminos. La leyenda cuenta, que un crucero de piedra señala la puerta secreta, y que por ella es posible asomarse a otros mundos.
Alicia, ya anciana, se dirige a ella sin esperanza. Busca iluminar los rincones oscuros de su infancia. En un atardecer irreal de lapislázuli. Un leve aroma de alhelíes la incita a continuar; a no darse por vencida.
En el cielo, Venus, recién levantada brilla solitaria. Debe ser la hora mágica. Un unicornio mítico recorta su silueta en el horizonte. Una lágrima de felicidad le susurra que no soñó.
Pd.: Relato escrito siguiendo la propuesta de: El blog de lidia, Escribir jugando, correspondiente al mes de abril. El relato debe tener menos de 100 palabras y hacer alguna referencia al Lapislázuli, opcionalmente puede haber una referencia a la flor del Alhelí.
Yo creo que Alicia siempre supo que no soñó. O en cualwuier caso fueron sueños mas potentes que la realidad.ademas, ahora un cruceiro le señala la entrada. Las posibilidades de que vuelva a entrar, son directamente proporcionales a lo cansada wue esté de este mundo adulto.
ResponderEliminarAbrazoo
Gabiliante, como este en horas bajas, vete a saber si ha decidido dejar este mundo y soñar para siempre.
EliminarUn abrazo.
Trasladarnos, en tan pocas palabras, aun mundo mágico y mitologico, tiene mucho merito y mucho saber hacer. Muy bueno, Angel, como suele ser habitual en este blog.
ResponderEliminarCastelo, me halagas, parte del merito es de Lidia, con su propuesta, en lo demás se hace lo que se puede, a veces es bien poco.
EliminarUn saludo.
Buenísimo Ángel, las aventuras infantiles de Alicia, de las que ahora duda en su adultez, son confirmadas, y con ello seguramente, le llega una plenitud y quizás hasta un rejuvenecimiento. Me ha encantado tu relato, lleno de magia y que sugiere mucho. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Ana, lo bueno que tiene esto de los micros, es que sugiera ¿verdad?
EliminarUn abrazote y que tengas un gran día.
Me ha fascinado amigo mio.Una visión de una Alicia ya anciana y todo un mundo para imaginar. Besos :D
ResponderEliminarAlicia, seguro que habría vivido toda su vida dudando e imaginando, como dijo Calderón de la barca, la vida es sueño y los sueños...
EliminarBesos, Margarita, que pases un buen día.
Onírico y bello. Un gusto leerlo.
ResponderEliminarUn abrazo
Maripau, me alegro de que te haya gustado. Los sueños a veces nos persiguen y el de Alicia, de ser real, le hubiera marcado de por vida.
EliminarBesos.
Quién dice que un sueño es irreal cuando es real que sueño, piensa Alicia maravillada, plena de emoción...
ResponderEliminarGran microrrelato, amigo. Abrazo hasta vos.
Carlos, muchas gracias, el tiempo hace que dudemos de los vivido y más de los soñado.
EliminarAlicia, de existir, habría vivido envuelta en la duda.
Un abrazo.
Wow, Ángel! Me encanta tu propuesta. Alicia ya mayor siguiendo sus instintos hacia nuevos mundos tras un cielo lapislázuli. Enhorabuena, buen trabajo con el reto. Muchas gracias por tu aporte al desafío de este mes. Un abrazo.
ResponderEliminarLidia, como siempre, gracias a ti por lanzar el reto.
EliminarUn abrazo.
Pues te ha quedado de lujo, Ángel. Me ha gustado mucho. Felicidades!!
ResponderEliminarBesicos muchos.
Nani, me alegro de que te haya gustado. Es todo un halago.
EliminarBesos.
Original y bien hilado , Angel. Un relato que desprende sensibilidad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Pedro, muchas gracias, no sé si es original, pero en cualquier caso me alegro si por lo menos he conseguido entretenerte un instante.
EliminarUn abrazo.
Es muy bonito, tiene sonoridad, color..., imaginación en definitiva.
ResponderEliminarSAludos.
Muchas gracias, Manuela, tus palabras me dan energía.
EliminarUn abrazo.
Claro que no soñó. Sonrío.
ResponderEliminarAfortunada ella, que conoce esos otros mundos.
Saludos, Ángel.
Y tan afortunada.
EliminarUn abrazo, Verónica, que pases un buen día.
Qué envidia me da.
ResponderEliminarQuizás algún día encuentre una puerta secreta.
Saludos.
Que tal, Toro, una puerta abierta a otros mundos... pues no estaría nada mal.
EliminarUn saludo.
Precioso...
ResponderEliminarAlicia fue, es y será, el cuento con el que identificarme. Me encanta la visión que le has dado, y, sobre todo, ese último susurro que, seguro, fue un cálido y maravilloso aliento para su alma, y un bonito impulso para sus ya cansados pies...
Un placer leerte, amigo.
Abrazo grande.
Gracias Ginebra, Alicia a estas alturas de la historia debe sentirse muy reconfortada de saber que no fue su imaginación.
EliminarAlicia, en el país de las maravillas, desde luego es una gran historia y no solo para niños.
Un abrazo.
¡Hola, Ángel! Un hermoso texto homenaje a esa Alicia con la que todos buscamos encontrar ese País de las Maravillas. Un abrazo!
ResponderEliminarMuchas gracias, David.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me resulta imposible concebir a Alicia anciana, pero así es si así quiere tu relato.
ResponderEliminarEl relato ha salido así, pero en el recuerdo Alicia siempre será una chiquilla.
EliminarUn saludo.
Mágico relato.
ResponderEliminarBesos.
Gracias, Amapola. Me alegra que te lo parezca.
EliminarUn beso, para un gran día.
Siempre somos cuánticos. Pero solo durante el sueño nos podemos dar cuenta de ello.
ResponderEliminarUn abrazo 🤗
Hola, Ratonet, en el sueño es dónde intuimos otros universos.
EliminarUn abrazo.
Es un cuento maravilloso, de esos de soñar, Ángel.
ResponderEliminarUn besazo.
Gracias, Mag, con más o menos fortuna, un sueño es escribirlos.
EliminarBesos.
Un microrrelato precioso y encantador. Enhorabuena. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias, Nuria, me alegra que así lo sientas.
EliminarUn abrazo.