Fotografía de Anthony Rao en Unsplash
El humo ensucia la imagen y a pesar de lo aberrante de la escena en ella hay oculta cierta poesía. Las pavesas caen encendidas sobre nosotros. La palabra viaja con el viento.
Venerables ediciones son profanadas, sus hojas desgarradas con saña asemejan pájaros negros que vuelan directos a la hoguera,
El tiempo se desliza sin prisa, juega a esconderse entre la luz y con ella van las palabras, se ordenan por sí solas.
«Allí donde se queman los libros, se acaba por quemar a los hombres». Cuánta verdad.
La soberbia les hace pensar que cualquier atropello es gratuito.
Hace rato que los abandoné, salí asegurando bien las puertas tras de mí. En su borrachera de devastación, ni se fijaron. Lo de menos fue hacer que ardiera la casa.
Ahora, gritan encaramados a las ventanas, el terror les ha hecho perder la arrogancia.
Nadie a mi alrededor parece prestarles atención, absortos; solo hay ojos para un tesoro que arde.
Pd.: Relato escrito siguiendo la propuesta del Blog Acervo de Letras: VadeReto, correspondiente al mes de mayo.
Impresionante 👏👏👏
ResponderEliminarMagalí, muchas gracias.
EliminarUn beso.
Eso de quemar libros es una estrategia de miedo, que parece que no pasa de moda.
ResponderEliminarUn abrazo
Maripau, tiene que ser aterrador que entren en tu casa a registrar. Que sensación de indefensión.
EliminarUn abrazo.
En Alemania empezaron quemando libros y ya ves cómo acabó todo.
ResponderEliminarLos monstruos primarios, disfrazados de humanos, odian los libros y la cultura.
Saludos.
El conocimiento y la opinión siempre están bajo sospecha, incluso en occidente, en la actualidad.
EliminarUn saludo.
Todo se va quemando, libros, vida, bueno, nos queda lo digital, lo digital no censurado .
ResponderEliminarBesos.
Amapola, tienes razón todo se consume, en cuanto a lo digital en ese sentido soy muy critico, fiamos nuestros recuerdos y los libros digitales a plataformas que en cualquier momento pueden desaparecer, censurar, borrar... qué sé yo.
EliminarUn abrazo.
¡¡¡Maravilloso!!! Un micro con toda la esencia y belleza que ya reflejara Bradbury.
ResponderEliminarEn pocas palabras, pero todas muy bellas, has sintetizado el amor por los libros y la aberración por los que los desprecian. Su castigo puede que no sea justo, pero es razonablemente ejemplar. Ya se sabe, el que con fuego juega...
Enhorabuena, Ángel. Un precioso regalo para el VadeReto.
Una abrazo. 🤗😊👍🏼
Muchas gracias, José, por tu comentario y tienes toda la razón el castigo quizá no sea proporcionado, pero ya sabes que cada uno reacciona de distinta forma.
EliminarUn abrazo.
Fahrenheit 451
ResponderEliminarAlfred, algo así, aunque este en concreto antes de ponerse a memorizar las obras ha decidido hacer barbacoa.
EliminarUn saludo.
Una escena sobrecogedora. no solo se queman letras y páginas rellenas de ellas, sino la cultura, la inteligencia y la libertad...
ResponderEliminarHay un dicho que dice «quien a hierro mata, a hierro muere», «quien con fuego juega se acaba quemando».
Un beso enorme.
Mag, tienes razón no solo se queman las letras, de hecho creo que el pensamiento critico y el razonamiento están en horas bajas.
EliminarUn beso.
Excelente. Es como un presagio que ojalá no se vuelva a repetir. Me ha gustado mucho, Ángel.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Nani, desde luego espero que no se vuelvan a repetir este tipo de cosas, pero me da que ahora consiguen lo mismo de forma más sutil, dejando caer el pensamiento en el olvido y el descredito.
EliminarUn beso.
"Venerables ediciones son profanadas, sus hojas desgarradas con saña asemejan pájaros negros que vuelan directos a la hoguera..." Estos versos me hicieron pensar en Alejandría. Allí quemaron mucho más que libros, amigo. Futuro incalculable ,aún no recuperado quemaron... Gran microrrelato.
ResponderEliminarAbrazos y más abrazos.
Sin duda la destrucción de la biblioteca de Alejandría habrá sido la más grave de la historia.
EliminarCarlos, muchas gracias por tus palabras.
Imposible no acordarme de lo sucedido en la más terrible dictadura que vivimos en mi país.
ResponderEliminar¡Muy buen micro!
Abrazo
Hola Lu, cuando lo escribí tenia más en mente a los nazis, desconocía que en Argentina también se ha dado el caso, imagino que pocos países, en mayor o menor medida, se habrán librado de episodios de este tipo.
EliminarUn abrazo.
Wow, Ángel, ¡qué bueno! Evocas imágenes tremendas que se han repetido a lo largo de la historia. Me encanta la suerte que has elegido para los ignorantes y estúpidos. Me encantó. Saludos...
ResponderEliminarGracias, Ana, una imagen repetida y lo que nos quedará por ver, el conocimiento es incomodo para quienes quieren controlar el poder.
EliminarUn abrazo.
Madre mía parece que queremos repetir la historia reciente, en fin no aprendemos ni hemos aprendido NADA. ¡Qué triste!
ResponderEliminarBesines utópicos.-
Irma, avanzamos mucho en ciertos campos y en otros somos igual de torpes que hace miles de años, cada vez peor.
EliminarUn abrazo.
Buen relato , Angel. Muy visual en todas sus líneas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, Pedro.
EliminarQue pases un buen día.
¡Hola, Ángel! Tremendo relato. Sin duda, cuando un nuevo Poder se instala lo primero es afianzar su Mensaje. Lo segundo arrasar y destruir cualquier atisbo de la cultura anterior. Pensamos que esto es cosa de regímenes talibanes o dictatoriales, pero en nuestra "democracia occidental" también. Se derriban estatuas, se censuran libros, se tapan opiniones en las redes... Se queman libros, aunque sea digitalmente, pero con las llamas de lo políticamente correcto. Así ha sido desde siempre y, lamentablemente, será hasta el final de los días. Un abrazo!
ResponderEliminarLa critica y la inteligencia molestan siempre, sea el régimen que sea. Lo qué varía es la forma de censura.
ResponderEliminarUn abrazo, David, buen finde.
Ufff, me los imagino gritando y es terrorífico. Muy buen relato. Saludos
ResponderEliminarMuchas gracias, Nuria, me alegro que te haya gustado.
EliminarUn saludo.
Hola, Ángel. El odio que hizo prender esa hoguera acabó consumiéndolos a ellos entre las llamas. La soberbia es el credo de los necios, así que los den. Muy buen aporte este micro al VadeReto del mes. Saludos
ResponderEliminarMuchas gracias, JM, ahora todo es más sutil, para que quemar un libro si puedes conseguir que nadie lea.
EliminarUn saludo.