jueves, 25 de noviembre de 2010

Ana María Matute. En su propia voz





El niño al que se le murió el amigo
Ana María Matute


Una mañana se levantó y fue a buscar al amigo, al otro lado de la valla. Pero el amigo no estaba, y, cuando volvió, le dijo la madre:
-El amigo se murió.
-Niño, no pienses más en él y busca otros para jugar.
El niño se sentó en el quicio de la puerta, con la cara entre las manos y los codos en las rodillas. «Él volverá», pensó. Porque no podía ser que allí estuviesen las canicas, el camión y la pistola de hojalata, y el reloj aquel que ya no andaba, y el amigo no viniese a buscarlos. Vino la noche, con una estrella muy grande, y el niño no quería entrar a cenar.
-Entra, niño, que llega el frío -dijo la madre.
Pero, en lugar de entrar, el niño se levantó del quicio y se fue en busca del amigo, con las canicas, el camión, la pistola de hojalata y el reloj que no andaba. Al llegar a la cerca, la voz del amigo no le llamó, ni le oyó en el árbol, ni en el pozo. Pasó buscándole toda la noche. Y fue una larga noche casi blanca, que le llenó de polvo el traje y los zapatos. Cuando llegó el sol, el niño, que tenía sueño y sed, estiró los brazos y pensó: «Qué tontos y pequeños son esos juguetes. Y ese reloj que no anda, no sirve para nada». Lo tiró todo al pozo, y volvió a la casa, con mucha hambre. La madre le abrió la puerta, y dijo: «Cuánto ha crecido este niño, Dios mío, cuánto ha crecido». Y le compró un traje de hombre, porque el que llevaba le venía muy corto.

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7 comentarios:

  1. Este no es un comentario. Apenas es una sucesión de lágrimas, por todos los amigos que se nos fueron en la infancia y después.

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  2. Hermoso microrelato admirado Tocayo. Estupenda y sorpresiva forma para mostrar el paso de la ingenua edad infantil, a la edad adulta. Enhorabuena.Un abrazo.

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  3. Que bonito, muestra que cuando se mueren nuestros sueños e ilusiones dejamos atras nuestra niñez para ser adultos.

    Gracias, Pancho, por su lectura.

    Y que bien que se haya reconocido el arte de esta mujer con este nuevo galardón

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  4. Gracias por colgarlo, Francisco. Me he llevado una gran alegría al conocer la noticia. Un abrazo

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  5. Amigos todos: he colgado este relato por ser uno de los más celebrados de Ana María Matute y que encaja mucho con mi propia idea de lo que es un buen cuento: por ejemplo que los sentimientos se presentan en su total pureza, como categorías absolutas, sin personalización ninguna (El niño se llama "niño"; el amigo se llama "amigo" y la madre se llama "madre").
    Es cierto que yo te hubiera puesto, a final, un punto de ironía o distanciamiento que le quitara un poco de hierro.

    Pero ella es una maestra y yo, simplemente, un aprendiz
    Saludos a todos.

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  6. Amen Don Francisco, que gusto regresar a casa..saludos

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  7. Amigo Jorge. Siempre se vuelve a casa por Navidad.
    Pero se te espera siempre, aun en pleno agosto
    Un abrazo

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