viernes, 22 de octubre de 2010

CUESTIÓN DE DOGMA





Lo mas destacable que tiene la Villa es que sus lugares mas encantadores gozan de la constante compañía de los lugareños, los cuales tienen unos egos tan inmensos que sacan de contínuo sin correa y sin bozal,lo que hace imposible dar una caminata.

Al segundo dia en la Villa resolvimos vestirnos con nuestra ropa deportiva. Ya saliendo por la puerta de la hostería, el dueño nos hizo ver que íbamos sin la correspondiente corbata. Nadie allí se hubiera atrevido a cruzar el portal de su casa sin llevar una de sus mejores , ciñendo el cuello de la camisa.
Fué inútil hacerle ver que no vestíamos camisa.
Y mi Ego, ¿donde estaba ? , quiso saber a continuación.Quedé turbado. Camisa, corbata, Ego.
Salimos.
Como si obedecieran a una consigna, señoras con sus egos se adosaban casi a nuestros tórax y no nos dejaban avanzar.Tal era su proximidad que nos salpicaban con sus salivas. Un par de señores de edad bastante avanzada, con egos y bastones venian como marcándonos los pasos a nuestra espalda. Había aun otro detalle : un par de niños se divertían en lanzarse una pelota de las de tennis a nuestros costados.
Mediante una idea que parecía ingeniosa , mi mujer y yo decidimos unir espalda contra espalda y comenzar a rotar sobre el pavimento. Dedicados como estaban a sus propios egos nadie llegaría a percatarse de nuestra situación rotatoria.
Batiendo palmas los presentes cambiaron egos entre sí, o se permitieron donar cada uno su máscara al otro.
Entonces los vimos.
Eran unos Otros campechanos, rellenitos, con mecanismos de relojería gastados a causa de permanecer hasta las mas altas horas de la madrugada bailando en la cuadrícula de la plaza. Desde algun sitio surgió una música alegre. Más que alegre. Alegrísima.
Ambos niños nos empujaron hasta un árbol y con unas correas que sacaron de los bolsillos nos amarraron fuertemente al tronco del nogal.
Cuestion de dogma, nos explicaron.
Solo así garantizaban la vida de los viajeros que osaban pisar su patrio suelo sin sus egos . -

Beatriz Basenji

2 comentarios:

  1. Muy ingenioso el manejo del tema del ego. Me gustó el enfoque. A partir de ahora, procuraré sacar a pasear mi ego con correa y con bozal. Felicitaciones Beatriz.
    Cordial saludo,
    Kapizán

    ResponderEliminar
  2. Gracias , Kapizan!!Me gusta tu seudónimo, porque tiene mucho de Capitán y de Jefe Sano . Los italianos llaman a sus jefes Capo.Por el país de los Buenos Aires, suelen llamar "capo" a quien es una gran figura,de las escena, como de las letras, o el Arte que sea. Cordiales saludos.
    Beatriz .

    ResponderEliminar