Con permiso de Favelis
Se habían conocido en una de esas excursiones del Club de los 60 y habían decidido, a pesar de sus hijos y sus nietos, espantar en común la soledad y compartir las pensiones, las pastillas del reuma, los recuerdos y el otro lado de la cama. Y así, en la dulce rutina cotidiana, fueron pasando los días y las cosas.
Una mañana, al despertar, quizás espoleada por algún sueño pasajero o por el deseo de terminar con aquel concubinato, ella, que había sido siempre tan mirada, tan cuitada y tan decente, le dijo al compañero:
-Ramón ¿Y si nos casamos?
-¡Qué cosas se te ocurren! ¿Quién nos va a querer a nuestros años?
.
Conmovedor, Paco. Enhorabuena,
ResponderEliminarUn abrazo,
Precioso. En la vida real suceden estas situaciones.Y uno las vé con los ojos de Favelis, enternecido y feliz de que dos seres , de vuelta de la vida, compartan un sentimiento de Amor.
ResponderEliminarGracias, Pat, pero no es más que un viejo chiste contado con un pellizco de ternura
ResponderEliminarSaludos
Amiga Beatriz: la mirada de Favelis siempre es tierna e inteligente. Recomiendo vivamente su blog y su libro "Planeta Favelis"
ResponderEliminarSaludos
Es bonito el amor de los abuelos. Espero llegar a sus años y aún tener amor al alcance de los ojos, de las manos y de los sueños.
ResponderEliminarDicen en mi pueblo: nunca falta un roto para un descosido.
ResponderEliminarSaludos.
Estoy segura que "Catalina" -en cuanto entendió-, acabó por darle un SÍ a Ramón...y vivieron felices y comieron perdices.
ResponderEliminar¡Son pura ternura!, los dos. No hay más que mirar sus caras.
Oh, no! era al revés.
ResponderEliminarPues eso, el sí de Ramón no se hizo esperar...
Una adaptación genial Francisco! Me encantó!
ResponderEliminarSaludos!
El toque de ternura y tu narrativa le dan a este viejo chiste el caracter de pieza magistral. Felicitanciones Tocayo.
ResponderEliminarKapizán
Se me ha pasado el tiempo y no he respondido puntualmente a vuestros comentarios. Gracias a todos por la lectura y el afecto
ResponderEliminarQuien nos va a querer a nuestros años...? No pude evitar pensar en que la vida es cruel y a la misma vez encantadora, me gustó muchisimo :)
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